Al día siguiente quedó internado; según el hombre, por la noche ingresaron a la sala, donde supuestamente estaba durmiendo, un médico y varios estudiantes. Del diálogo que supuestamente mantenían ese grupo de personas escuchó “necesitamos cuatro desechos cadavéricos, uno vivo”.
“Yo, hasta ese momento, no sabía de qué hablaban pero después, el 1 de noviembre, me llevaron a hacer estudios pero no sólo fue de las partes involucradas sino también de otros órganos”, dijo a época Sosa, quien aseveró que hasta el momento no realizó denuncia ni presentación judicial alguna dado el temor imperante que padece.
Justamente el 1 de noviembre, luego de ver algunas irregularidades en el trato, “salí corriendo”, confesó quien desde el 7 de noviembre vive en Buenos Aires lejos de sus familiares, de quienes afirma “me quieren hacer decir que me equivoqué y yo sé lo que escuche y lo que vi, me quieren hacer pasar por loco pero yo tengo mucho miedo y no quiero volver”, aseveró entre lágrimas y lamentos.
El hecho habría sucedido en noviembre del año pasado pero recién se hizo público el viernes cuando el hombre denunció mediáticamente en una radio de Santo Tomé que, cuando estuvo internado en el hospital, médicos y estudiantes supuestamente intentaron quedarse con su cuerpo para llevarse sus órganos pero él impidió que eso sucediera escapando del lugar.
En tanto, el director del nosocomio local, Néstor Buján, aseguró que se enteró de la denuncia por la emisora. Ante esto, y considerando que involucra a la institución y a actuales como futuros profesionales, solicitó a la Fiscalía que se inicie una investigación.
FUENTE DIARIO EPOCA