Muchas personas creen que los trastornos alimentarios son cosas que les pasan a los adolescentes, que están viviendo una etapa de inseguridad y cambios en la relación con su cuerpo.
La anorexia es una patología por la cual las personas se sienten excedidas de peso aunque sean muy delgadas. Con esta obsesión van dejando de comer casi todo tipo de alimentos, no comprenden que su comportamiento es síntoma de una enfermedad, y por eso en los casos más severos pueden llegar a dejarse morir de hambre. Casi la mitad de las personas que en algún momento de su vida tuvo anorexia, con los años desarrolla bulimia.
En este sentido, la letrada María del Carmen Richeni, contó como vivió la enfermedad que padeció su hija. “Es muy fuerte todo lo que se vive, podemos tener desde pérdidas dentarias hasta pensar lo peor como la muerte de un ser querido”, explicó la mujer que pudo levantarse junto a su familia.
Hay mujeres que recaen en patologías alimentarias luego de pasar por situaciones en las que perdieron su cuerpo habitual. Por ejemplo, esto sucede tras embarazos y partos, si adquirieron alguna enfermedad como la diabetes o tuvieron fracturas que requirieron reposo. También hay quienes debieron tomar corticoides y, en todos estos casos, una de las consecuencias es la ganancia de mucho peso.
Otra de las patologías frecuentes es la bulimia, que en general comienza alrededor de los 19 años y es más habitual en adultos que en jóvenes. Este desorden se caracteriza por la obsesión de tener en cuerpo delgado. Los pacientes tienen “atracones” en los que comen en exceso, pero como tienen un miedo patológico a engordar, luego intentan compensar los atracones con vómitos, ayuno, uso de laxantes y pastillas y la realización de ejercicios en forma compulsiva. Esto puede deberse a la crisis de la mediana edad, la moda y la influencia de los medios de comunicación.
La incidencia de este trastorno está aumentando entre los adultos (mayormente mujeres, pero también hombres), pero en general no aparece de pronto, sino que es un remanente de algún tipo de patología anterior.
Cabe señalar que, a diferencia de los jóvenes, en general los adultos tienen conciencia de la enfermedad, pero les cuesta más combatirla. Por de pronto, la bulimia tiene manifestaciones físicas menos evidentes que la anorexia, aunque los riesgos y consecuencias son igual de graves. En las personas bulímicas, luego de años de sufrir este trastorno pueden aparecer problemas dentarios y lesiones en el esófago por la continua exposición a los ácidos estomacales que tiene lugar con los vómitos frecuentes, por ejemplo.
A pesar de todo, es posible recuperarse. Hay muchísimos casos de adultos que pasaron por estas patologías, y con un tratamiento multidisciplinario y el apoyo de sus seres queridos lograron desarrollar una vida sana y normal. Motivo más que suficiente para consultar a los especialistas.
Sudamericana